Horacio Ramírez: poesía y pintura en Reta

"Estamos, en la poesía, en territorio de un Dios de una sola cumbre: al serlo todo, no hay sitio para el dos. Y no necesita de otro. Ningún poema necesita de otro: es único, está en su cumbre, en su unidad. Refleja el Todo y es su unidad y su contexto. Ecología y soledad se contradicen... se contradicen pero se dicen, y el sentido del sinsentido se recupera en lo Total. Nada impulsa al poema: éste surge en absoluta espontaneidad. No hay causalidad en su génesis. Ningún pasado lo determina. En él, el tiempo no tiene sentido. Y si no hay eje temporal, tampoco lo hay espacial: él es su causa y su efecto, su texto y su contexto. Su ontogenia es directa, o sea: misteriosa. El poema está sin haber estado antes y se ha convertido en un diminuto y absoluto ecosistema, del cual participamos y sin que nos involucre ninguna ontogenia. Toda filosofía de la Poética se reduce al poema mismo".